sábado, 18 de enero de 2014

Dos planetas, dos asteroides y un cometa

Mis circuitos aún están fríos. La hibernación ha sido larga. El ordenador de navegación indica que me encuentro a una distancia aproximada de 670 millones de kilómetros de la Tierra. 

El restablecimiento de mis funciones será lento. La señal desde de la base tardará 45 minutos, y a pesar de que el objetivo aún está a 9 millones de kilómetros, se puede observar con nitidez el vapor de su cola.

Sonda Rosetta, 20 Enero 2014 

Desirée.

viernes, 3 de enero de 2014

En el interior de Kronos.

Ilustración por AdamBurn
http://adamburn.deviantart.com/
La construcción de la nave espacial fue motivo de grandes disputas políticas entre los gobiernos que aspiraban a obtener el reconocimiento mundial. Empresas privadas aeroespaciales competían financieramente con las públicas como la NASA o la Agencia Espacial Europea. Incluso Kronos fue objeto de grandes campañas políticas para obtener votos que inclinasen la balanza a candidatos que rozaban el aprobado. El conflicto económico pronto repercutió socialmente en todo el planeta. Ocasionó el surgimiento de pequeños grupos impulsados por el lema “Movimiento por un planeta mejor”, donde se reivindicaba a todas las naciones el derecho a una economía sostenible, libre de un capitalismo al mejor postor. En respuesta a este movimiento social imparable, la ONU tomó la decisión de crear la primera Comisión Espacial Internacional en cuya sede central, Rio de Janeiro se prepararía el proyecto Kronos con la participación financiera de todas las naciones que pudieran afrontarlo.

Se siguió el mismo protocolo de construcción de la Estación Espacial Internacional para Kronos. Cada módulo y restos de componentes debían ser elaborados en los países especializados de cada área, así los gastos serian equitativos. La ejecución de Kronos debía tener desde el principio un hermano gemelo; la humanidad se enfrentaba a su desaparición y un plan B podría suponer la continuidad de ésta. El lugar del ensamblaje de los módulos y motores debía ser el mismo que el de lanzamiento; desplazar miles de toneladas retrasaría la misión, por lo que la ubicación idónea para este cometido debía gozar de unas condiciones meteorológicas excepcionales; temperatura media anual de unos 18 grados, escasas precipitaciones y nulas posibilidades de huracanes o tornados. Tras largas deliberaciones e intensos exámenes aéreos especializados, la Comisión Espacial Internacional seleccionó al archipiélago canario como “Área de lanzamiento Kronos”.


La astronave poseía una longitud total de novecientos metros cuadrados de los cuales habitables eran ochocientos. La rampa principal de acceso a la enorme estructura, conducía  a la cabina de mando en cuyo frontal y lateral se alojaban los paneles y ordenadores principales de navegación. Éstos contenían múltiples funciones; informar de las condiciones exteriores e interiores de la nave o la de detectar impulsos sonoros y magnéticos a cientos de kilómetros. Este módulo de forma octogonal quedaba rematado por las plazas de la tripulación equipadas con la última tecnología en comunicación y seguridad. Desde ellos cualquier tripulante podría observar todos los movimientos de sus compañeros y de la nave.
Inmediatamente después  a la cabina de mando y tras rebasar una puerta de varios centímetros de grosor, se extendía el módulo de comunicaciones equipada con todo lo necesario para un óptimo contacto permanente con la Tierra y el espacio exterior.  A continuación la sala de ocio de la cual se dispersaba una pequeña videoteca, biblioteca y un gimnasio con múltiples deportes, todo diseñado con la última tecnología virtual. En el centro de la misma, se ubicaba una mesa electrónica de reuniones. En su menú principal se desplegaban tareas como; videoconferencias, mapas espaciales para trazar rutas alternativas en caso de colisión con asteroides, cuaderno de bitácora para  documentar todas las reuniones oficiales y una imponente extranet; tercera generación internet.
Tras abandonar estos módulos la estructura del vehículo espacial se amoldaba a un pasillo de varios metros de longitud en forma cilíndrica, cuyas paredes acristaladas dejaban ver la inmensidad del vacío. Al final del túnel se encontraba la sala de restauración que acogía; la cocina y el comedor quedando  éstos aislados de olores y de peligro de incendio. Al otro extremo, el pasillo cilíndrico continuaba hasta la enfermería y el laboratorio, allí se almacenaban congeladas las células madre de todos los seres vivos de la Tierra. Por último en la cola se alojaban las habitaciones de los tripulantes, el muelle de carga y un pequeño habitáculo de alta seguridad que ocupaba el reactor de fusión;  fuente principal de la energía de Kronos.

Desirée


miércoles, 1 de enero de 2014

El tiempo


¿Los relojes miden el tiempo o se miden así mismos? y si miden el tiempo ¿Quién les mide a ellos? ¿Qué es el tiempo?

Desirée