lunes, 3 de marzo de 2014

La Paloma

!Hola amigos! Os voy a contar un cuento de la Paloma.
Un día de primavera, teniendo la ventana de Sofía abierta, se posó en el poyete nuestra amiga la Paloma. Ella pensó: !qué sitio tan bonito para vivir!, pues ya estaba cansada de tanto volar. En ese momento, entró Sofía y la paloma se asustó, pero Sofía la miró a los ojos y le dijo:
-!No te asustes! !No te voy hacer daño! Puedes quedarte siempre que quieras.
La Paloma pensó: !qué persona más rara!, pues nunca nadie se había portado así con ella y las dos, Sofía y la Paloma se hicieron grandes amigas.

Pasaron unos meses y nuestra amiga la Paloma se puso triste, pues veía volar a las demás palomas y pensaba, si ahora me voy, Sofía pensará que soy una desagradecida, por lo que se quedó unos días más. Pero estaba muy triste, ya no volaba alrededor de Sofía ni por el techo de la habitación. 
Sofía se dio cuenta, y le preguntó:
-¿Qué te pasa amiga mía? Te veo triste. !Es porque estás encerrada!
La Paloma se posó en su hombro y miró a la ventana. Sofía abrió la ventana y le dijo:
-!Marcha con tus compañeras! Pena me da que te vayas, pero tu vida es volar de un lado para otro, y no estar aquí encerrada. 
Emigró con sus compañeras, pero siempre que regresaba, en señal de agradecimiento, en el poyete de la ventana dejaba una pluma suya y un pétalo de rosa, pues lo bonito de la amistad y del cariño es dar la libertad cuando alguien te la pide.

De mi amada tía Isabel Aguilera Medina 

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