viernes, 19 de abril de 2019

Pisando Marte

La primera misión tripulada a Marte amartizó sin dificultad. Los motores se apagaron automáticamente. Nadie habló; los pensamientos inundaron la cabina. Una vez que el polvo levantado por la aeronave se asentó pudieron observar la soledad del planeta.

El comandante desplegó la escalerilla exterior cuando la airlock dio luz verde; momento de salir al exterior. Un tímido remolino de arena o diablo de polvo le dio la bienvenida mientras Fobos asomaba por Olympus Mons, a cientos de kilómetros. Las cámaras comenzaron a inmortalizar aquel momento histórico en el que el comandante pisaba Marte pero sin frase Neil Armstrong. Comprobó que la seguridad de la estructura exterior de la nave se mantenía estable y que su traje no sufría pérdida de soporte vital. Todo estaba en orden. Sonrió y se quitó el casco para beber un refresco cola que llevaba en la mochila.

Control de misión rompió en aplausos por el éxito de la última simulación en realidad virtual previa al despegue. La tripulación de Marte Uno estaba preparada para su viaje interplanetario.


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