Ilustración por AdamBurn http://adamburn.deviantart.com/ |
La construcción de la nave
espacial fue motivo de grandes disputas políticas entre los gobiernos que
aspiraban a obtener el reconocimiento mundial. Empresas privadas aeroespaciales
competían financieramente con las públicas como la NASA o la Agencia Espacial
Europea. Incluso Kronos fue objeto de grandes campañas políticas para obtener
votos que inclinasen la balanza a candidatos que rozaban el aprobado. El
conflicto económico pronto repercutió socialmente en todo el planeta. Ocasionó
el surgimiento de pequeños grupos impulsados por el lema “Movimiento por un planeta
mejor”, donde se reivindicaba a todas las naciones el derecho a una economía
sostenible, libre de un capitalismo al mejor postor. En respuesta a este
movimiento social imparable, la ONU tomó la decisión de crear la primera
Comisión Espacial Internacional en cuya sede central, Rio de Janeiro se
prepararía el proyecto Kronos con la participación financiera de todas las
naciones que pudieran afrontarlo.
Se siguió el mismo protocolo
de construcción de la Estación Espacial Internacional para Kronos. Cada módulo
y restos de componentes debían ser elaborados en los países especializados de
cada área, así los gastos serian equitativos. La ejecución de Kronos debía
tener desde el principio un hermano gemelo; la humanidad se enfrentaba a su
desaparición y un plan B podría suponer la continuidad de ésta. El lugar del
ensamblaje de los módulos y motores debía ser el mismo que el de lanzamiento;
desplazar miles de toneladas retrasaría la misión, por lo que la ubicación
idónea para este cometido debía gozar de unas condiciones meteorológicas
excepcionales; temperatura media anual de unos 18 grados, escasas
precipitaciones y nulas posibilidades de huracanes o tornados. Tras largas
deliberaciones e intensos exámenes aéreos especializados, la Comisión Espacial
Internacional seleccionó al archipiélago canario como “Área de lanzamiento
Kronos”.
La astronave poseía una
longitud total de novecientos metros cuadrados de los cuales habitables eran
ochocientos. La rampa principal de acceso a la enorme estructura, conducía a la cabina de mando en cuyo frontal y
lateral se alojaban los paneles y ordenadores principales de navegación. Éstos
contenían múltiples funciones; informar de las condiciones exteriores e
interiores de la nave o la de detectar impulsos sonoros y magnéticos a cientos
de kilómetros. Este módulo de forma octogonal quedaba rematado por las plazas
de la tripulación equipadas con la última tecnología en comunicación y
seguridad. Desde ellos cualquier tripulante podría observar todos los
movimientos de sus compañeros y de la nave.
Inmediatamente después a la cabina de mando y tras rebasar una
puerta de varios centímetros de grosor, se extendía el módulo de comunicaciones
equipada con todo lo necesario para un óptimo contacto permanente con la Tierra
y el espacio exterior. A continuación la
sala de ocio de la cual se dispersaba una pequeña videoteca, biblioteca y un gimnasio
con múltiples deportes, todo diseñado con la última tecnología virtual. En el
centro de la misma, se ubicaba una mesa electrónica de reuniones. En su menú
principal se desplegaban tareas como; videoconferencias, mapas espaciales para
trazar rutas alternativas en caso de colisión con asteroides, cuaderno de
bitácora para documentar todas las
reuniones oficiales y una imponente extranet; tercera generación internet.
Tras abandonar estos módulos
la estructura del vehículo espacial se amoldaba a un pasillo de varios metros
de longitud en forma cilíndrica, cuyas paredes acristaladas dejaban ver la
inmensidad del vacío. Al final del túnel se encontraba la sala de restauración
que acogía; la cocina y el comedor quedando
éstos aislados de olores y de peligro de incendio. Al otro extremo, el
pasillo cilíndrico continuaba hasta la enfermería y el laboratorio, allí se
almacenaban congeladas las células madre de todos los seres vivos de la Tierra.
Por último en la cola se alojaban las habitaciones de los tripulantes, el muelle
de carga y un pequeño habitáculo de alta seguridad que ocupaba el reactor de
fusión; fuente principal de la energía
de Kronos.
Desirée
Genial, una novela. Parece estar bien. ¿Este fragmento a qué parte de la novela pertenece? ¿La has acabado ya? En tal caso, ¿Sabes ya, si te la publicarán?
ResponderEliminarHola Jose. La novela se titula El abrazo de Orión, pero sólo he escrito los cimientos, me falta lo gordo. La sinopsis pues más o menos trata del fin de la Tierra y los humanos tienen que buscar otro sistema solar con un planeta parecido. El viaje galáctico lo harán en la nave espacial Kronos.
ResponderEliminarSerá mi primera novela o novela corta de ciencia ficción. Tengo que centrarme mucho para terminar este proyecto, pero no creo que sea dentro de este año. En cuanto la termine, la enviaré a editoriales, concurso, y demás.
Saludos!