Misión: búsqueda de vida orgánica en hielo polar.
Ubicación de la base:
planeta Mercurio, región ecuatorial.
Ubicación de extracción de
hielo polar: 450 Kilómetros al norte.
Comunicaciones: sonda Messenger
II
Fecha: 2065
Tripulación: 4
Días de misión: 635
Han
transcurrido varias semanas desde que se interrumpieron las comunicaciones con
Tierra. Estamos ciegos, la Messenger se estrelló en la superficie por causas
desconocidas. Hace días que el comandante partió en busca de la sonda sin
regresar aún. Se ofreció voluntario para pasar la cuarentena al haber estado expuesto
a nuevo organismo encontrado en la última partida de extracción polar. El segundo
oficial y la ingeniera de telecomunicaciones fueron en su busca, pero deben
estar muertos, los trajes tienen una autonomía máxima de 72h y las fuertes
fluctuaciones térmicas habrán hecho el resto. Las posibilidades de que sea la
única superviviente de esta misión son muy altas, el ordenador calcula un 90%.
A
pesar de encontrarse la base en zona ecuatorial, no me libraré de los dos meses
que dura la oscuridad de la noche. Observo destellos de luz en el horizonte,
posiblemente remanentes del fuerte magnetismo del hierro de Mercurio. ¡Pero, no
puede ser! El centelleo dibuja formas con movimientos aproximándose a la base.
No es un efecto natural.
¡Dios
mío! Es el comandante. Imposible que haya sobrevivido tantos días.
Siento un profundo e intenso dolor que me atraviesa el pecho. Miro el rostro de mi compañero. Ya no es humano. El organismo mutó en su cuerpo.
Me quedan pocos segundos de vida y la imposibilidad de abortar el rescate.
Siento un profundo e intenso dolor que me atraviesa el pecho. Miro el rostro de mi compañero. Ya no es humano. El organismo mutó en su cuerpo.
Me quedan pocos segundos de vida y la imposibilidad de abortar el rescate.
Desirée
Me recuerda al primer relato que leí tuyo sobretodo por el final. He de decir que con este tipo de letra cuesta más su lectura.
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