-Mi querido amigo. Hemos llegado a este extraño sistema
solar no binario. Cuesta creer que la vida evolucionara lo suficiente para
mandar una sonda espacial capaz de atravesar miles de millones de kilómetros y
quedara atrapada por la gravedad de nuestro planeta.
-Si mis circuitos no me fallan nos encontramos en la
zona exterior, señor. Debemos tener precaución, según el disco de oro la nube
de Oort está próxima.
-No te alarmes, es probable que la masa de la nube se
haya reducido considerablemente debido a la gravedad de su Sol ya moribundo. Esperemos
que la Tierra se encuentre exactamente en las mismas coordenadas celestes
indicadas por la sonda.
-Sí señor, parece que todo está en su sitio, incluyendo
a esos gigantes gaseosos. Pero me temo que el único planeta rocoso que ha
sobrevivido a la gigante roja sea el planeta al que llamaban “rojo” y no
entiendo por qué señor. Es completamente azul. Señor, recibo señales de actividad
humana.
-Mi querido amigo, es hora de que la sonda Voyager uno regrese
a su nuevo hogar.
Desirée
Relato con un aire muy cinéfilo. Me encanta.
ResponderEliminarAbrazos.
Gracias Baena por comentar en mi blog. Me hace mucha ilusión.
ResponderEliminarSaludos
Muy bueno.. Da mucho en que pensar.. Que es lo que quedaria de nosotros en Marte, si es que lo que quedara pudiera llamarse humano..
ResponderEliminarMuchas gracias anónimo amigo por dejar un comentario de opinión.
ResponderEliminarSaludos