Cuatro astronautas íbamos a sustituir a la
anterior expedición durante seis largos meses en total ingravidez. Las tareas
diarias ya estaban meticulosamente organizadas; dos ingenieros (Mike y yo) se ocuparían
del mantenimiento de la estructura y dos científicos (Rosalía y Balark) de los
experimentos.
Durante la primera semana tuvimos que
realizar una salida al exterior para sustituir un panel solar que había sido
fragmentado por micrometeoritos.
-¡Chicos! Disponéis de 6h ahí fuera. El
pronóstico de radiación solar se mantiene estable, por ahora-confirmó Rosalía
desde la sala de comunicaciones.
En el exterior observaba los patosos
movimientos de Mike retirando el panel de los anclajes.
-¡Mike! Menuda perturbación atmosférica
que se está formando en Asia. Su diámetro es gigantesco-comenté mientras
desenroscaba el último tornillo del panel solar.
-Es época de Monzón por lo que se
ve-afirmó Mike.
-El panel está hecho añicos. No se podrá
reutilizar ni para la reposición de piezas-comenté. Lo mejor será dejar que la
gravedad de la Tierra lo arrastre y que se desintegre en la atmósfera.
-Estoy de acuerdo. Control de Misión
decidirá.
Una vez confirmada la autorización desde
superficie, soltamos todos los anclajes del panel y quedamos observando su
trayectoria de caída libre hacia la Tierra.
Regresamos
al interior de la Estación; la radiación se acercaba a niveles peligrosos. La escotilla
de la cabina de presurización se encontraba abierta y preparada para
introducirnos cuando Rosalía nos informó de un problema.
-¡Mike!
¡Diana! ¿Me copiáis?-preguntó con tono de preocupación Rosalía.
-¡Te
copiamos! ¿Qué ocurre?-dije.
-Creo
que falla la antena de comunicaciones. Control de Misión no responde-afirmó. Echad
un vistazo. Aún os queda 30 minutos de E.V.A.
-¡Afirmativo!
¿Y qué pasa con la radiación?
-Balark
girará unos grados la Estación para cubriros durante unos minutos del viento solar.
Utilizar las mochilas de propulsión para daros impulso.
Mike
y yo flotamos en paralelo a tan sólo unos metros del Laboratorio Destiny cuando
recibimos un fuerte impacto electromagnético. Las mochilas dejaron de funcionar
al instante y sin anclajes, quedamos alejados de la estructura.
-¡Mierda!
¿Qué diablos ha pasado?-grité-.Rosalía no responde.
-Ha
debido ser una descarga electromagnética y desde luego no ha sido solar, la
Estación nos aísla. Quizás restos de rayos gamma de una supernova. La antena
estará frita-afirmó Mike.
-¡Genial!,
y ahora qué narices hacemos. Hay mucha distancia hasta los amarres de
seguridad.
-Utilizaremos
las pistolas de los trajes. Contienen varios metros de cable. Mi posición
respecto a la ISS es más alejada que la tuya. Dispararé mi cable para
engancharme a ti, y tú apunta bien al Destiny-ordenó Mike.
Mi
compañero me alcanzó a la primera. Ahora me tocaba a mí. Si fallaba en unos
centímetros, Control de Misión vería dos puntitos alejarse de la Estación y
adiós. Moriríamos en menos de una hora asfixiados.
Mientras
apuntaba al blanco, ocurrió algo que no estaba al alcance de las leyes físicas
conocidas. La ISS comenzó a estirarse como un Spaghetti, atraído aparentemente por una fuerza de gravedad
descomunal. Disparé antes de que la estructura se alejara más de nosotros. Se
enganchó, pero el violento tirón partió el alambre de Mike. La muerte quedó
reflejada en su rostro mientras salía disparado hacia el espacio exterior.
A
mí alrededor la luz y el espacio se distorsionaban, pero la Tierra seguía en el
mismo lugar. Todo apuntaba a que la Estación había penetrado en un agujero de
gusano, o puente de Einstein-Rosen.
-¡Diana! ¿Me copias?-transmitió Rosalía.
-Te copio. He perdido a Mike.
-Lo sé. No podemos hacer nada por él. Viajamos a una
velocidad cercana a la luz. Deberíamos estar muertos. Ahora, dirígete a la
plataforma de experimentos científicos, Balark te introducirá en la Estación.
El
caos visual continuaba a nuestro alrededor. La Tierra, en el mismo lugar, sin
cambios. Me preguntaba si el otro extremo del gusano nos conduciría a un
universo paralelo. Pero, ¿Cómo sería posible estando nuestro planeta ahí
estático?
-¡Balark!
¿Me copias? Estoy a dos metros de la plataforma. Espero tus instrucciones-dije.
-Te
copio. Voy a utilizar el módulo como cabina de presurización improvisada, de
este modo una vez dentro podrás adaptarte sin riesgo a la presión del la
Estación.
Por
fin me encontraba dentro. Aún no podía quitarme el casco, la presión seguía
descompensada. Balark me esperaba en el laboratorio JEM, anexo a la plataforma.
-¡Balark!
La presión se ha igualado. Abre la escotilla, yo no puedo. ¿Me oyes?-grite.
Balark
no respondía. Posiblemente también fallaban las comunicaciones a bordo. Rosalía
tampoco contestaba. Me despojé del traje espacial. Las paredes de la plataforma
estaban condensadas debido a la vaporización de los líquidos de los
experimentos; la presión cambió su estado. Provoqué un cortocircuito para que
el acceso al laboratorio JEM se abriera, y de repente me quedé sin aliento al ver
que el cuerpo de Balark flotaba sin rumbo por el módulo. Me acerqué y Balark
era un esqueleto. ¡Pero qué diablos había ocurrido! Yo no soy una experta en
anatomía forense, pero desde luego Balark llevaba muerto mucho tiempo.
Decidí
buscar a Rosalía en la sala de comunicaciones. Tras varios
minutos de búsqueda no di con ella. Ahora mi única opción de saber lo
que estaba ocurriendo sería a través de las cajas negras donde se había
registrado toda actividad de la ISS.
Balark
se había suicidado tras ingerir productos tóxicos del laboratorio JEM. Anotó en
un block de notas los múltiples intentos de rescatarme desde el exterior, le
llevó varios años. El agujero de gusano había dilatado el tiempo en el interior
de la ISS. Para mí sólo fueron unos minutos.
Rosalía
tras el suicidio de Balark, decidió probar suerte abandonando la Estación con
la nave Soyuz para intentar atravesar el agujero en dirección a la Tierra.
Se desconoce su paradero.
Aproximadamente
habían transcurrido un par de horas desde que comenzara esta odisea temporal.
El reloj de mi traje era solar, por lo tanto no fue alterado tras la descarga
electromagnética. Floté hasta la cabina de observación, miré al exterior y todo
parecía haber vuelto a la normalidad. La ISS había salido del agujero de
gusano.
Un
objeto se aproximó a la ISS a una velocidad constante. Se trataba de una
astronave proveniente de la Tierra. Su diseño era muy distinto a las naves
espaciales convencionales. Tras realizar un reconocimiento exterior de la
Estación con una especie de rayo láser, se acopló.
Un
astronauta penetró en la Estación y se encaminó a la sala de comunicaciones
donde me encontraba. Quedé impactada cuando comprobé que era Rosalía.
-¡Hola
Diana! ¿Cómo te encuentras?-preguntó Rosalía.
-¿Cómo
es posible? Has sobrevivido-dije asombrada.
-No
soy la misma Rosalía que tú conociste hace 900 años. Ella fue rescatada de la Soyuz
sin vida. Fue criogenizada para este posible encuentro en el futuro, y así
fuese menos impactante para ti. La Estación Espacial Internacional desapareció
en 2015 sin explicación, por entonces no había un desarrollo tecnológico lo
suficientemente avanzado como para averiguar el motivo. Cientos de años después
un eminente científico construyó un aparato capaz de visualizar la perturbación
espacio temporal que se tragó a la ISS. Mantuvimos la esperanza durante casi
1000 años de encontrar un superviviente, y se ha cumplido.
Han transcurrido unos meses desde que fui rescatada.
Ahora Marte es mi nuevo hogar, y el Monte Olimpo el cuadro que decora su
exterior.
Desirée
Hola Desirée.
ResponderEliminarFascinante relato de C.Ficción.
Has introducido muchos elementos que me gustan.
Me recuerda a películas como Gravity, y una de Sharline Zeron y Jhonny Depp que ahora no recuerdo.
Saludos.